lunes, 26 de enero de 2015

¡La casa de La Chinata!

La Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, es el templo católico más concurrido del estado Zulia en Venezuela, ubicada en el centro de la ciudad de Maracaibo. Una construcción dedicada a la Virgen de Chiquinquirá, patrona del estado Zulia. La basílica cuenta con 3 naves y 2 torres, un altar mayor, un presbiterio y numerosos nichos dedicados a diversos santos.


A continuación se muestra de manera cronológica la evolución de la construcción

·         En 1686 el capitán Juan de las Nieves Andrade construye una ermita de barro y paja en honor a San Juan de Dios de quien era devoto.
·         En 1709 ocurre el milagro de la restauración de la tablita. Una humilde señora encuentra la tablita a orillas del Lago de Maracaibo y la coloca como tapa de una tinaja, luego escuchó un golpeteo y unas luces que venían de su casa y al entrar encontró en la tablita la imagen resplandeciente de la Virgen y el niño junto a San Antonio y San Andrés. La imagen en la tablita se convirtió en objeto de peregrinación para los devotos, y la tablita fue trasladada a la ermita de San Juan de Dios, (actual Basílica).
·         En 1712 el gobernador de la provincia de Maracaibo Francisco de la Roche Ferrer decreta la construcción de la iglesia de ladrillo en donde se encontraba la ermita de San Juan de Dios.
·         En 1717, el gobernador Guillermo Tomás de Roo ordenó derribar la ermita y construir en su lugar una más amplia entre los años 1717 y 1723.
·         En 1770 el mayordomo de la iglesia Pedro González de Acuña construyó la primera torre.
·         En 1858 José de Jesús Romero remodela la iglesia, la cual es rebautizada parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Juan de Dios.
·         En 1921 monseñor Arturo Celestino Álvarez, segundo obispo de Maracaibo, obtiene del Papa Benedicto XV el decreto de elevación del templo a basílica menor.
·         En 1921 se crea la corporación Zuliana para la coronación de Nuestra Señora de Chiquinquirá, la que inicia la remodelación de la iglesia hasta su forma y dimensiones actuales, los trabajos terminan en 1941.
·         El 18 de noviembre 1942 fue el acto de coronación de la Virgen de Chiquinquirá, el cual fue oficiado por Monseñor Marcos Sergio Godoy, tercer obispo de la Diócesis de Maracaibo y contó con la presencia de monseñor Arturo Celestino Álvarez en ese entonces obispo de la Diócesis de Calabozo y el presidente de la república general Isaías Medina Angarita entre otras personalidades, en dicho acto se coronó a la Virgen con una corona de 10 kg. de oro de 18 kilates.
·         En el año 2004 se inauguró una plaza monumento a la Chinita frente a la basílica, la obra fue diseñada y ejecutada por el arquitecto Alí Namazi, y fue construida por la gestión del gobernador del Zulia Manuel Rosales.


Un emblema regional: El Puente "General Rafael Urdaneta"


También llamado el  “Puente sobre el Lago”  se construyó en unos 40 meses y fue inaugurado en 1962 por el entonces presidente venezolano Rómulo Betancourt con una extensión de 8 kilómetros es una de las obras de concreto armado más grandes del mundo, para cuando fue inaugurado fue de hecho el puente de concreto armado más grande del mundo.

Une la costa occidental con la costa oriental del Lago, en las poblaciones de San Francisco y La Rita, respectivamente.

En 1964, el buque Esso Maracaibo, perdió el control de la dirección debido a fallas eléctricas y en el medio de una trágica noche, chocó contra las pilas 31 y 32. El resultado fue la muerte de 5 personas, la caída de más de cien automóviles al agua y la ruptura en la parte central de la obra.

Continúa siendo en la actualidad la vía de unión terrestre del Zulia con el resto de Venezuela.

Si quieres apreciar el puente muy de cerca visita el Complejo Recreacional y Cultural Conoce tu puente, ubicado a orillas del Lago, muy cerca del peaje del puente, del lado de la ciudad de Maracaibo.

Las instalaciones poseen un mirador que te facilita la visión de todo el panorama, es impresionante el paisaje que se observa.



¡El Lago de Maracaibo!


Todo empezó hace más de 40 millones de años, en la era terciaria. Una inmensa selva se hundió... y se formó el Lago de Maracaibo, el más grande de Suramérica y el mayor del mundo con salida al mar.

Así  se inicia la gran historia de un lago símbolo para los indígenas en sus mitos y leyendas, un lago eje y centro en todos los tiempos de nuestra región, vía por la que entraron nuevas visiones y figuras que han marcado las maneras culturales, el ser y el sentir del hombre que habita en su Cuenca Hidrográfica, que comprende parte de los estados Falcón, Lara, Mérida, Trujillo y Táchira, todo el Zulia y una extensión del Departamento Norte de Santander, en Colombia. La dimensión de superficie de 12.958 Km2; Bahía 600,44 Km2; Estrecho 485,21 Km2 y el Saco 11.872,77 Km2 para un total de la extensión geográfica de 121.823 Km2.

El 24 de agosto de 1499, una expedición española comandada por el Capitán Alonso de Ojeda y el maestre Juan de la Cossa arribó a las orillas de un Lago ubicado en el nor-oeste de Sur América, en el Estado Zulia, Venezuela.

En sus aguas, en viviendas palafíticas, habitaban los aborígenes del lugar. El parecido entre este ambiente lacustre y Venecia, determinó que la tierra encontrada fuera bautizada por Americo Vespuccio como “Pequeña Venecia”, originándose así el nombre de Venezuela.

En sus aguas apareció un 18 de noviembre de 1709 la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Chiquinquirá por cuya devoción ha motivado espiritualmente a la unidad e identidad regional de todos sus pobladores.

En esas mismas aguas tuvo lugar la Gran Batalla Naval del Lago, el 24 de julio de 1823, jornada patriótica que selló la Independencia de Venezuela. El Lago de Maracaibo, está rodeado por una extensión montañosa en forma de herradura, que por su forma, fue comparado por el escritor zuliano Rafael María Baralt con una guitarra española y de sus entrañas surge la explotación petrolera que sustenta la economía venezolana, además de ser camino para el intercambio comercial y cultural con el resto del mundo.

Es la más importante vía lacustre existente en Venezuela y para el Estado Zulia constituye una arteria vial importantísima para las comunidades y comercios.

Sobre él se extiende el Puente General Rafael Urdaneta, una de las más maravillosa e importantes obras arquitectónica, realizada en concreto armado, con 8 kilómetros y medio de longitud, para unir el occidente con el oriente zuliano y con el resto del país.

A su alrededor viven más de 5 millones de personas en un espacio cuya topografía incluye cadenas montañosas, relieves pre-montanos, pie de montanos y terrenos planos.


El relámpago del Catatumbo


El relámpago del Catatumbo es un singular fenómeno meteorológico que aparece en la cuenca del lago de Maracaibo en Venezuela pero principalmente en la zona sur de dicho lago y en la cuenca inferior del río Catatumbo, de donde procede su nombre.

Este fenómeno se caracteriza por la aparición de una serie de relámpagos de manera casi continua y prácticamente silente por las grandes distancias que se necesitan para observar el fenómeno.

El Catatumbo tiene más potencia que cualquier otro rayo y, por ocurrir a más de siete kilómetros de distancia del suelo, puede verse incluso desde Barquisimeto. El proceso natural de calentamiento y enfriamiento del aire genera que las nubes choquen y provoquen la descarga de energía.  Ese rayo se da nube-nube, lo cual significa que no cae al suelo.

Hace poco el Relámpago del Catatumbo entró oficialmente a los Récords Guinness después de que una comisión neoyorquina evaluara las condiciones del fenómeno natural, que es único en el mundo, según los expertos.


Himno del Edo. Zulia

Coro

Sobre palmas y lauros de oro
yergue el Zulia su limpio blasón
y flamea en su plaustro sonoro
del progreso el radiante pendón.

I

La luz con que el relámpago tenaz del Catatumbo
del nauta fija el rumbo cual límpido farol:
el alba de los trópicos la hoguera que deslumbra
cuando el cenit se encumbra la cuadriga del sol...
no emulan de tus glorias
el fúlgido arrebol.

II

En la defensa olímpica de los nativos fueros,
tus hijos sus aceros llevaron el confín;
ciñendo lauros múltiples los viste, con arrobo
del Lago a Carabobo, del Ávila a Junín;
y en Tarqui y Ayacucho
vibraron su clarín.

III

Erguido como Júpiter, la diestra en alto armada,
fulgurante la mirada de rabia y de rencor;
las veces que los sátrapas quisieron tu mancilla:
mírate de rodilla sin prez y sin honor
cayó sobre sus frentes
tu rayo vengador.

IV

Y luego que la cólera, de tu justicia calmas.
va en pos de nuevas palmas tu espíritu vivaz;
en aulas y areópagos cabildos y liceos,
te brinda sus trofeos el numen de la paz:
y verse en blanca aureola
resplandecer tu faz.

V

En tu carroza aligera que tiran diez corceles,
de acentos y laureles, guirnaldas mil se ven.
Allí del arte el símbolo, del Sabio la corona,
de Temis y Pomona la espada y el lairén.
la enseña del trabajo
y el lábaro del bien.

VI

Jamás, Jamás los déspotas o la invasión taimada,
la oliva por la espada te obligan a trocar;
y sigas a la cúspide triunfante como eres,
rumores de talleres oyendo sin cesar:
en vez de los clarines
y el parche militar.

Letra: Udón Pérez
Música: José Antonio Chávez


La economía de la región

La economía del estado Zulia depende del petróleo. La actividad petrolera se lleva a cabo de forma intensiva. La explotación de sus yacimientos en la Cuenca del Lago de Maracaibo cubre el 80% de la producción venezolana de petróleo e hidrocarburos, provenientes del sector Oriental del Lago, específicamente del Área Costanera Bolívar, comprendida entre Ambrosio y Bachaquero, extendiéndose en una franja con parte en el mismo Lago y en su ribera Nororiental. Entre los campos destacados, podemos mencionar el de Bachaquero, Lagunillas, Lama, Tía Juana, Ceuta, como también los que se encuentran en el sector Occidental y otros campos dispersos como El Moján, Mara, La Paz, Boscán y muchos otros. Una parte se refina en Bajo Grande y otra mayor se procesa en el Complejo Petroquímico de El Tablazo.



El alto potencial de los suelos del sur del lago de Maracaibo, permiten un desarrollo agrícola y ganadero significativo. De esta manera, Zulia se convierte en el primer productor de diversos rubros agrícolas y pecuarios como: palma aceitera, uva, leche, queso, ganado bovino, ovino y aves; el segundo en huevos y el tercero en cambur, plátano y ganado caprino. Además se cultiva: caña de azúcar, coco, yuca, algodón, frijol, melón, cacao, maíz y sorgo. Los recursos marítimos lo convierten en el segundo proveedor de pescado del país con una producción anual de 64.733 toneladas de pescado. En el lago se pesca: róbalo, jurel, carite, bocachico, manamana y curvina, y en la laguna de Cocinetas: cazón, jurel, mero y pargo. El camarón fue abundante en épocas anteriores a los años 70, cuando comenzó la saturación de embarcaciones rastro-pescadoras que condujeron a su disminución. La explotación carbonífera de Guasare es otra actividad que se ha ido afianzado en la región.

La patrona de los zulianos

El 18 de noviembre de 1709 una tablita arribó a las orillas del Lago de Maracaibo. La imagen serena de la Madre del Salvador, en la advocación de la Virgen María del Rosario de Chiquinquirá, llegó para quedarse entre los zulianos, quienes con amor la veneran, pidiendo con gran devoción a una Reina que se llama simplemente “Chinita”.


La historia de la Tablita:

Cuenta la memoria popular, que vivía una anciana en el barrio El Saladillo de Maracaibo, allí, muy cerquita del abasto La Boliviana y la Panadería Venezuela, en los alrededores de la Basílica o Iglesia de San Juan de Dios. La anciana solitaria, vivía de lavar ropa ajena, trabajo que hacía todas las mañanas en las orillas del Lago.

Esa mañana, la viejita, como siempre, tomó su bulto de ropa, y caminó calle abajo hasta llegar al malecón donde buscó el lugar apropiado de la playa para iniciar su faena. La mañana estaba tranquila y el cielo totalmente despejado. Apenas unas nubes blancas se desplazaban lentamente con la brisa, mientras unas pequeñas embarcaciones y piraguas, se bamboleaban ancladas en el Puerto de Maracaibo.

La anciana estaba ensimismada en su tarea, pensaba, a lo mejor, en viejos recuerdos de juventud, en su soledad, en sus problemas. Hay quienes dicen que todos en la calle la conocían como una mujer bondadosa y de gran corazón humanitario. A pesar de su pobreza, era dadivosa en su escasez, desprendida en compartir la pobreza.

Ella lavaba y pensaba, tal vez, oraba. Pedía y rogaba a la Virgen por sus vecinos, por la gente cercana, sus compañeros de infortunio, de fe y de esperanza. En eso estaba, cuando sin darse cuenta, desde lejos y en medio del vaivén de las aguas tranquilas del Lago, venía flotando en dirección a ella, una tablita, que lentamente, llegó a la orilla, justo donde sus manos se sumergían en el agua para lavar la ropa.

Entonces la vio y en su inocencia no supo de qué se trataba. Para ella, sólo se era una tablita, pequeña, desgastada por el tiempo, quizás por el viaje en las aguas, pero donde era posible ver la imagen de una Virgen desconocida, grabada con perfección y sencillez.

Pensó entonces en la utilidad que podía dar a la tablita. Ella no podía sospechar el cambio que en su vida iba a producir esa rústica y pequeña pieza de madera. Por su mente sólo pasó su tinaja de agua destapada, y que desde hacía tiempo requería de algo que pudiera cubrirla de la intemperie y las pequeñas alimañas.

Por eso la recogió. Al finalizar la labor del día, la anciana tomó el camino de regreso, cargando junto al bulto de ropa ya lavada, la aún húmeda tablita con la cual iba a resolver el problema de cubrir del polvo y la impureza, la tinaja donde reposaba el agua fresca con la que calmaba su sed.

En el camino, en su andar silencioso, a lo mejor, volvió a sus viejos recuerdos de juventud, en su soledad o en sus problemas. Lentamente fue llegando a su lugar. Antes de entrar a su casa, saludó a sus vecinos, que ya se preparaban para el almuerzo. Alguna vecina pidió algún condimento prestado para aderezar la comida, lo que le recordó a ella, no sólo que no había preparado su propio alimento, sino, que era muy poco casi nada, lo que comería ese día.

Aun así, entró a su pequeña y humilde casa, buscó el condimento solicitado por la vecina que esperaba, se lo entregó y la despidió con una eterna bendición. Luego de volver a ocuparse del bulto de ropa lavada, y de acomodarla para su entrega a los respectivos dueños, buscó entonces su viejo taburete para sentarse a descansar. Entonces recordó de pronto la pequeña tablita, y por supuesto, su tinaja de agua fresca que necesitaba cubrir y proteger.

La viejita fue hasta la mesa donde la había colocado y la tomó de nuevo entre sus manos. La alzó para observarla mejor y vio de nuevo la imagen de la Virgen dibujada en ella. Seguro le pareció hermosa y no atinaba a concebir cómo alguien podía haberse desprendido de tan hermosa tablita. Pero dio gracias de todas formas a esa desconocida e imaginaria persona, pues, con esa tablita ella podría proteger el agua fresca en su tinaja. Entonces la colocó encima de la boca del jarro y fue nuevamente al patio a descansar en su viejo taburete.

La tarde cayó casi sin darse cuenta. Era que se había dormido, soñando tal vez con sus recuerdos de juventud, con su soledad y sus problemas. Al despertar la bruma de la noche se le vino encima casi violentamente. Entonces decidió salir a buscar algunas velas para alumbrarse. De seguro el pulpero podría entregárselas y anotárselas para pagarlas luego, pues, aún no había cobrado por la ropa que había lavado.

Así fue. El pulpero le entregó un par de velas y ella, cansada, lentamente, volvió a su casa, que pensaba, debía estar a esa hora, totalmente a oscuras y eso la preocupaba. De pronto, vio que la calle se había llenado de gente de manera repentina. Todos, hombres, mujeres y niños se habían aglomerado en la vía. Pero al aproximarse más, se dio cuenta que todos estaban frente a su casa, que de manera extraordinaria se encontraba totalmente iluminada.


Al verla, la gente le abrió paso, y ella, asombrada y emocionada vio como aquella tablita con la que había cubierto su tinaja para proteger el agua fresca, colgaba en el aire, iluminando con una luz divina toda la habitación, mientras la Virgen dibujada en ella, parecía sonreírle apaciguando su tristeza y la de todos los que vivieron junto a ella el milagro.