Coro
Sobre palmas y lauros de oro
yergue el Zulia su limpio blasón
y flamea en su plaustro sonoro
del progreso el radiante pendón.
I
La luz con que el relámpago tenaz del Catatumbo
del nauta fija el rumbo cual límpido farol:
el alba de los trópicos la hoguera que deslumbra
cuando el cenit se encumbra la cuadriga del sol...
no emulan de tus glorias
el fúlgido arrebol.
II
En la defensa olímpica de los nativos fueros,
tus hijos sus aceros llevaron el confín;
ciñendo lauros múltiples los viste, con arrobo
del Lago a Carabobo, del Ávila a Junín;
y en Tarqui y Ayacucho
vibraron
su clarín.
III
Erguido como Júpiter, la diestra en alto armada,
fulgurante la mirada de rabia y de rencor;
las veces que los sátrapas quisieron tu mancilla:
mírate de rodilla sin prez y sin honor
cayó sobre sus frentes
tu rayo vengador.
IV
Y luego que la cólera, de tu justicia calmas.
va en pos de nuevas palmas tu espíritu vivaz;
en aulas y areópagos cabildos y liceos,
te brinda sus trofeos el numen de la paz:
y verse en blanca aureola
resplandecer tu faz.
V
En tu carroza aligera que tiran diez corceles,
de acentos y laureles, guirnaldas mil se ven.
Allí del arte el símbolo, del Sabio la corona,
de Temis y Pomona la espada y el lairén.
la enseña del trabajo
y el lábaro del bien.
VI
Jamás, Jamás los déspotas o la invasión taimada,
la oliva por la espada te obligan a trocar;
y sigas a la cúspide triunfante como eres,
rumores de talleres oyendo sin cesar:
en vez de los clarines
y el parche militar.
Letra: Udón Pérez
Música: José Antonio Chávez
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